¿Qué son las grasas y por qué importan?
También conocido como lípidos, las grasas son biomoléculas formadas básicamente por carbono e hidrógeno, y generalmente de oxígeno pero en porcentajes mucho más bajos. Proveen energía (la almacenan en gran cantidad) y ácidos grasos esenciales que nuestro cuerpo no podría fabricar. Cumplen diversas funciones vitales como el almacenamiento de energía, y sirven de estructura para producir hormonas y otras sustancias y facilitan el transporte de varias vitaminas. En este sentido, no es posible prescindir de su consumo debido a que resultaría perjudicial para la salud. Del mismo modo, al caer en el otro extremo de su consumo excesivo y desequilibrado.
Las grasas las podemos dividir en tres grupos: Grasas Saturadas, Grasas Trans y Grasas Insaturadas (omega 3, 6 y 9). Las dos primeras son sólidas a temperatura ambiente, mientras que las grasas insaturadas son líquidas en las mismas condiciones. Cuando se habla de "grasas buenas" suele referirse a las insaturadas, que sería más sano a expensas de las grasas saturadas y trans.
Otra característica fundamental es que no se disuelven en agua (al ser menos densos que esta) y muchos de ellos forman micelas (ácidos grasos, fosfolípidos, etc.), pero sí se disuelven en disolventes orgánicos como el benceno, el cloroformo y la acetona.
Alimentos ricos en Grasas Insaturadas
Para empezar, existe una fiebre por eliminar las grasas de nuestra alimentación, que viene de la mano con la llegada de productos light en los ochenta. Se cree que si no consumimos grasas estamos más sanos y no tendremos colesterol. Los productos "light" suelen incluir más azúcares, lo cual resulta incluso hasta más perjudicial para la salud. En estos se eliminan inclusive la "grasa buena" esencial para la salud. Por lo tanto, eliminar la grasa no supone necesariamente una mejora.
Pescado: el pescado es rico en grasas insaturadas. Especialmente el salmón, la trucha, el atún y las anchoas (que contienen Omega 3). Reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y reducen la osteoporosis.
Semillas: tales como las de girasol, el trigo, el sésamo, la soja y el maíz son alimentos ricos en grasas insaturadas.
Frutos Secos: ricos en Omega 3, entre ellos destacan las nueces y las almendras, excelentes para el corazón, pues reducen los niveles del mal colesterol.
Aguacate: tiene muchas grasas monoinsaturadas, también buenas para el mal colesterol.
Vegetales de hojas verdes: tales como la lechuga o las espinacas. No solo aportan grasas insaturadas, sino una gran cantidad de vitaminas y minerales.
Aceitunas: contienen ácidos grasos Omega 3 y Omega 6. Su consumo es eficiente para combatir la anemia por su alto porcentaje en hierro.
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